domingo, 18 de noviembre de 2007

CONSEJOS PARA LA AUTOMEDICION DE LA PRESION ARTERIAL



Recomendaciones para la
Automedición de la Presión Arterial

Usar un aparato de medida para el brazo (no de muñeca, ni de dedo) automático o semiautomático (de inflado manual) validado, es decir, que esté recomendado por expertos independientes.

Todos los aparatos deben revisarse al menos una vez al año, o al menos comprobar directamente frente a aparatos fiables (en su centro de salud o farmacia) que funciona correctamente.

Respete las condiciones de medida: en situación de tranquilidad y reposo, sentado con la espalda apoyada en el respaldo y el brazo descansando en una mesa.

La medida de la presión en su domicilio se debe hacer por la mañana, preferiblemente antes del desayuno (sin haber comido ni tomado medicamentos) y por la noche, antes de la cena. Se deben realizar 2 o 3 medidas en cada ocasión (entre medida y medida se dejarán transcurrir de 2 a 3 minutos).

Medir la presión sólo cuando se encuentra mal es un error, puesto que en esas condiciones tiende siempre a resultar más alta. Por tanto, es preferible fijar de antemano el día que se hará las medidas.

La frecuencia de las medias se lo indicará el personal sanitario. En general, si está bien controlado, una vez a la semana es suficiente.

Cuando finalice cada toma acuérdese de anotar la medición (todas) en la hoja.

Lleve los registros al centro de salud cuando acuda a sus citas para interpretarle los datos obtenidos. Nunca modifique la medicación por su cuenta. Es preferible que tome todos los días las mismas pastillas y en el mismo horario.

¿QUÉ ES LA HIPERTENSIÓN? ¿SOY HIPERTENS@?



La hipertensión arterial es una condición médica caracterizada por incremento de las cifras de presión arterial; ello como consecuencia de cambios hemodinámicos, macro y microvasculares, causados a su vez por disfunción del endotelio vascular y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, responsables de mantener el tono vascular periférico. Estos cambios, que anteceden en el tiempo a la elevación de la presión, producen lesiones orgánicas específicas definidas clínicamente.


Umbral del hipertenso

Se ha propuesto definir la hipertensión arterial como el nivel de presión que sea capaz de producir lesión cardiovascular en un paciente determinado. Este umbral está por encima de 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg). Por otra parte es obligatorio hacer una valoración global de riesgo para cada persona, enferma o no, para calcular las cifras de presión que deberían considerarse “seguras” para ella.

En síntesis, para cada paciente existiría una cifra umbral para diagnosticar “hipertensión”. Dicho nivel estará dado por la evidencia científica disponible con relación a su perfil individual, en especial evidencia proveniente de estudios, observacionales, epidemiológicos o de experimentos clínicos controlados.

Recientemente el JNC 7 (The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure)
[1] ha definido como prehipertensión
a la presión arterial comprendida entre 120/80 mmHg y 139/89 mmHg. La prehipertensión no es una enfermedad, sino una categoría que permite identficar personas con alto riesgo de desarrollar hipertensión. Esta cifra puede variar de acuerdo al sexo y edad del paciente.